Hace ya casi un día que hemos vuelto de las que probablemente hayan sido las mejores vacaciones de toda mi vida. No por el hecho de que fuera con mis amigos, ni de que entre ellos estuviera mi novio, ni siquiera por el hecho de tener 5 días para nosotros solos (bueno si esas son unas buenas razones por las que han sido increíbles), pero creo que este viaje ha marcado un antes y un después en todo. El hecho de haber convivido con estas 5 personitas me ha hecho darme cuenta de que las quiero y quiero esos pequeños momentos que hemos pasado juntos.
Recuerdo haber dejado San Sebastian estando enfadada con una amiga, mas bien mejor amiga, por unos rollos que tuvimos y por los que dejamos de hablarnos hará cosa de un par de semanas. No sabia muy bien como iría la cosa, como seria estar 5 días encontrándome con ella a cada lado al que iba o si iba a surgir alguna pelea. Pero la cosa es que todo dio un giro de 180 grados.
Yo sabia que no quería discusiones porque quería pasar unas vacaciones divertidas y además eran las primeras junto con mi novio así que quería disfrutar de ellas, la sorpresa vino cuando empezamos a hablar y a actuar como si lo que había pasado entre nosotras no hubiera sucedido, si había momentos confusos pero nos reíamos, competíamos bromas y disfrutábamos de las vacaciones. Probablemente sea de las cosas que mas he disfrutado con ella. Y al volver a San Sebastian hemos llegado a la conclusión de que tantos años de amistad no se pueden tirar así como así porque aunque tengamos nuestros mas y nuestros menos nunca podremos negar que llevamos siendo amigas desde que eramos unos mecos.
Definitivamente recuperar a una amiga es de las sensaciones mas increíbles que hay...
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