domingo, 25 de octubre de 2015

Blog diario: 25 de Octubre-Lo que hace el amor

NOTA: Este día ha sido uno de los mejores del mes y voy a relatarlo con pelos y señales para poder leerlo en el futuro y acordarme  de todo porque simplemente me ha encantado. Así que sí, ¡va a ser un blog diario bastante largo!

¡Buenas noches a todos!

Para situaros más o menos empezaré contando que el viernes me convencieron para salir el sábado a la noche, por lo que bajé a la capital dispuesta (por una vez) a darlo todo en los bares de Bilbo. La cosa no terminó del todo mal pero el conjunto de lluvia, dolor de pies y chapada de bares no funcionó y acabamos yéndonos a casa de un amigo a comer (como no) y a dormir. Ya por la noche, sobre las 5 o  6 de la mañana, mi amigo Xabi me dijo que al día siguiente tendría que estar preparada para las 10:30. Al preguntarle para que me dijo simplemente: "Una sorpresa", lo cual (como es obvio) ¡¡me extrañó mucho!! Después de devorar medio paquete de cereales y habernos sacado una docena de selfies y haber hecho dos o tres vídeos la mar de graciosos nos fuimos cada uno a nuestra cama.

El domingo ha comenzado conmigo despertándome gracias a los golpes que daban los vecinos de arriba (para matarlos), pero he conseguido despertarme antes de las 10, así que estaría para la hora que había dicho Xabi. Nos hemos vestido y Leire (nueva/majísima amiga), Xabi y yo hemos ido a la estación de metro. Yo no tenía ni idea de porqué me había hecho levantarme tan pronto, ni que demonios era esa sorpresa tan misteriosa (mentira, ya me olía algo). Cuando estábamos llegando al metro por fin he podido verificar mis sospechas, ¡¡David había venido a visitarme a Bilbo!! Nada más verlo me he lanzado a abrazarle cual koala. Casi no me lo podía creer, con lo que lo estaba echando de menos y de repente lo tenía entre mis brazos estrujándolo y dándole algún que otro beso.

Después de eso nos hemos despedido de Leire y los tres nos hemos dirigido a casa de Xabs otra vez para recoger todas mis cosas. Lo que hemos hecho después ha sido el más puro turisteo, ya que después de dar las gracias a Xabi por todo, nos hemos despedido y hemos ido en busca de un McDonalds para comer. La parte divertida es que ni David ni yo teníamos mucha idea de orientarnos por Bilbo, pero bueno no sé como hemos acabado llegando a nuestro destino. Después de coger comida para llevar (guarrada total) hemos comido en la ría al lado del Guggenheim y con un tiempo poco común en octubre (solazo). El resto del día lo hemos pasado poniéndonos al día de todo y visitando el San Mamés, al parecer un must see si tienes un novio futbolero hasta las trancas.





Conclusión: Habernos tenido que despedir ha sido una mierda muy grande porque verdaderamente ha sido un día genial. Me encanta estar con él y una cosa que ha dicho cuando estábamos caminando por al lado del Guggenheim ha sido que está genial que "nos tratemos como amigos y nos queramos como novios", lo sé a mi también me ha llegado a la patata.


domingo, 4 de octubre de 2015

Jodida distancia

- ¿En esta peli faltas tu abrazándome ee?
Que la respuesta a esto sea:
- No te pongas así de ñoña, que sabes que lo paso mal estando sin ti.

La gente me decía a ver si iba a seguir con él cuando empezara la universidad. En ese momento mi cara debería ser un poema porque en ningún momento se me ocurrió terminar la relación porque yo me fuera a estudiar fuera. Sabía que sería diferente pero no me iba ni a otro país ni a otra ciudad a cinco horas de donde vivo.

Me iba a una simple hora de distancia, una hora y quince minutos es lo que me separa de la persona que me hacía reir todos los días, porque sí día sí y día también nos veíamos y compartíamos besos, abrazos y algún insulto cariñoso. ¡Que les den a los que se quejan de que estábamos todo el día pegados! No lo veo como algo malo...¿estar al lado de la persona a la que quieres? ¿Por qué tiene que importarle a la gente?


El caso es que el momento ha llegado, esa etapa de mi vida en la que los únicos días que puedo estar con él son los fines de semana, que también tengo que compaginar con mis amigos y mi familia. Las cosas ya no son las mismas. Ya no es la rutina de ir al cole todas las mañanas, ahora vivo sola, sin mis padres, con otras sesenta y pico personas en una residencia un poco en ninguna parte.

La experiencia aquí está siendo increíble pero me falta él, siempre me falta él. Me faltan la sonrisa que tengo cuando me abraza, las risas que suelto por sus cosquillas, incluso me faltan esas hamburguesas tan ricas que él tan bien sabe hacer.

Cuando me pregunta que tal yo le digo que genial, porque el bullicio de la resi me ayuda a mantenerme ocupada y feliz, me ayuda a no darle vueltas al tema de que no estamos juntos. Pero cuando yo le devuelvo la pregunta la respuesta es triste y se me cae el alma a los pies cada vez que me cuenta que para él es más difícil porque casi no puede quedar con nadie.

Siempre me dice que no sé lo feliz que le hace que vaya los fines de semana y que me vea bajar del autobús para darme por fin un beso.