domingo, 31 de enero de 2016

Natsukashii

Decisiones. Son tan complicadas. Nunca he sido una chica a la que le sea fácil elegir. Me acuerdo de cuando era pequeña y tenía que escoger un regalo de cumpleaños. Un desastre.

Pero ya no tengo 8 años, han pasado 10 desde que aquella niña pequeña no podía elegir entre una Barbie o una Bratz, ahora las decisiones son mas difíciles. Tienen que ver con mi vida y no con un juguete que voy a utilizar un tiempo y luego desecharlo.

A medida que te haces mayor las cosas que tienes que elegir se van haciendo mas complicadas, pero también son las que afectan más a tu vida. Empezando por lo que vas a estudiar en un futuro o con quién quieres compartir la mitad de tu corazón.

No me juzguéis por llenar este blog de entradas hablando de amor. No lo entiendo y tampoco me entiendo a mí, es una forma de liberar lo que llevo dentro.

El amor. Que cosa tan extraña. Hace un par de años no lo entendía para nada. Tampoco podía tener un criterio firme sobre ello porque no me había enamorado nunca. Ahora, puedo hacerlo. Puedo criticarlo y ponerlo a parir, porque me cambia la vida. El amor ha cambiado mi vida, la forma en la que me veo, la forma en la que actúo... El amor, esa cosa tan ñoña y pastelosa que aparece en esas pelis taquilleras de Hollywood me ha dado de lleno en la cara, o más bien en mi pequeño corazón.

Pero a pesar de haberme topado con él, sigo sin tener ni idea de como funciona. Recuerdo que hace unos años la pregunta que me hacía era: ¿Por qué la gente deja a sus parejas? ¿Cual es la utilidad de pasarte 2 años con esa persona y luego dejarla? Digamos que por aquel entonces no habría podido responder a esa pregunta, no sé si ahora sí, pero estoy experimentando lo que sería la respuesta a la pregunta que tantas veces me he hecho.



Quizás no dejas a esa persona porque no la quieres, sino porque necesitas avanzar. No me malinterpretes, no digo que no te deje avanzar, pero hay veces en la vida en la que tienes que seguir sola. La distancia hace de las suyas y tú parece que estás en otro mundo.



Por esto y por muchas razones creo que el amor es la cosa mas compleja de este mundo, siendo capaz de dejarte hasta las 2 de la mañana hecha un lío en la colcha de tu cama mientras las lágrimas surcan las mejillas y los labios que una vez fueron besados.

viernes, 29 de enero de 2016

-Punto muerto-

Estoy confusa. Confundida. Sin saber qué hacer. Llevo semanas así y ya no sé con quién hablar porque no se qué decir. No se qué pasa conmigo, he llegado a un punto en el que mi cerebro no sabe qué hacer. Mi vida sentimental, de estudiante y mi vida personal se han convertido en un verdadero puzzle en el que las piezas no encajan y en el que parece que me he quedado atascada.

Creo que no proceso el que me puedan pasar estas cosas porque nunca me he planteado el hecho de que pudieran llegar a pasarme. He empezado la universidad, por fin, pero no se si lo que hago es lo que quiero seguir haciendo otros 3 años más. Llevo con el mismo maravilloso chico casi dos años, pero no se qué hacer. Mi cerebro me dice una cosa y mi corazón otra. La mítica frase de película sería "sigue lo que te dice el corazón", pero no se si esa es la respuesta que quiero.

No quiero hacer daño a nadie, pero me doy cuenta de que estoy pensando en los demás cuando es una decisión que me influye a mí, a nadie más. ¿Entonces por qué me importa tanto lo que pueda pasar con la gente de mi alrededor con la decisión que tome? No me entiendo, por una vez puedo ser egoísta y pensar solo en mí, en lo que quiero, y no puedo.

Pero, ¿y si escojo algo y eso no es lo que me conviene? ¿Y si no es la decisión acertada? No habría vuelta atrás... y me dolería perder algo tan importante para mí. Todo es muy complejo, añoro esos años en los que no te tenías que preocupar de estas cosas, pero supongo que es lo que conlleva hacerte mayor, el hecho de tener cada vez mas responsabilidad y tener que tomar decisiones para las que no tenemos una respuesta clara.

Pero pasan las semanas y yo sigo sin aclararme. Sentada en el monte, sacando fotos con mi cámara paré todo y me puse a pensar sobre estas cosas. Un poco de aire fresco, el viento entre los árboles agitando mi pelo... pensé que me ayudaría a amueblar ese caos que llevo dentro, y por un momento lo hizo, me calmé y ordené todo un poco, pero en cuanto volví a la realidad de mi rutina todo volvió a ser un caos.

Así que no se en que terminará esto, supongo que el tiempo lo dirá...