domingo, 22 de mayo de 2016

SELECTIVIDAD || Mi experiencia

Recuerdo bien, pero que muy bien el curso pasado. No he estudiado más en toda mi vida; pero, al final,mereció la pena. 

Terminamos los exámenes finales como en abril o mayo, creo que me quedó alguna evaluación suelta de historia o geografía, pero bueno acabé sacándolas sin mayor dificultad. Terminé con mi nota media de siempre, un 7 más o menos, que aunque no fuera mucho sabía que lo había hecho lo mejor posible. Todavía hoy me siento muy orgullosa de todo el trabajo que hice ese año.

Después de exámenes vino la graduación, el 22 de mayo. Fue una locura de día. Para los que sean de mi mismo colegio sabrán lo que es el día de Santa María; para los que no, es una celebración que hacemos a principio y final de curso en el que vamos a la iglesia de Santa María en la parte vieja de la ciudad. Tuvimos esa celebración por la mañana que se centró, como todos los años, en despedir a los alumnos de 2º de Bachillerato que terminan el colegio. Por la tarde tuvimos la graduación de la que os dejo el post que hice aquí y por la noche fiesta.

Todo parecía muy idílico hasta que nos dimos cuenta de que después de la graduación no venía el verano sino Selectividad. Esos temidos exámenes que todo el mundo pintaba como super difíciles y que condicionarían donde iríamos a estudiar después. En cierta manera lo son, ambas cosas, pero keep calm, al final, no son para tanto.

Centrándome ya en el tema en cuestión, yo para Selectividad hice todas las asignaturas comunes y elegí Economía e Historia y como optativas Historia del arte y Literatura Universal. Lo primero que hice fue organizar todo, tanto la carpeta con toda la teoría que tenía que estudiar, como el calendario para saber cuanto tiempo tenía y que tendría que estudiar cada día. Creo que lo más importante es tenerlo todo bien ordenado para evitar estreses, que recuerdo tener días de querer tirarme de los pelos, pero por lo menos lo sobrellevaba con organización.

¿Un consejo? No preocuparse por tooooodo lo que hay que estudiar. Al fin y al cabo no es teoría nueva. Todo lo que tienes que saberte para Selectividad es lo que ya se ha dado en clase durante todo el año y, lo prometo, está ya en tu cabeza. Por eso no recuerdo mi experiencia estudiando para Selectividad tan de voyaencerrarmeencasasinsalirhastaquemesepatododememoria. A ver,sí que había cosas que necesité volverlas estudiar, pero la gran mayoría fue solo darle un repaso a fondo.

En cuanto a los días de Selectividad, creo que fueron 10, 11 y 12 de junio. El primer día, el 10, fue horrible. Para que os voy a engañar, estaba de los nervios, pero eso no es algo que puedas evitar, va a pasar. Creo que teníamos Lengua Castellana y yo fui a la facultad donde teníamos Selecti con mis esquemitas y mis cosas, lo típico que dices "yo repaso antes del examen", total para que luego terminen las hojas arrugadas dentro de la mochila. Pero bueno, antes de entrar al examen están las típicas tablas en la entrada donde tú miras por apellidos en qué clase te toca hacer el examen y allá vas, a la aventura.

Recuerdo que al entrar al primer examen no podía con mi tripa de los nervios que llevaba encima. Pero, tranquilidad, por lo menos lo que a mí me pasó fue que salí de ese examen pensando que no era para tanto. ¿Conclusión? Nada de nervios para el resto de los exámenes.

Y, por último, más como un ultramegaconsejo que un consejo normal y corriente... NO TE OLVIDES EL DNI Y LOS CÓDIGOS PORQUE LA LÍAS PARDA. Creo que nadie quiere quedarse sin hacer Selectividad por un descuido tonto. En serio, como si fueran vuestros hijos (equisde).

Y esa ha sido mi experiencia en Selectividad.Unos días más tarde tuvimos que ir al colegio a recoger las notas y, no me acuerdo muy bien, pero saqué un 9 coma no sé cuantos y vamos ¿lo primero que hice? Llamar a mi madre y decírselo.

Y, casi un año más tarde aquí estoy. En Leioa. Vivo en una residencia,tengo nuevos amigos que molan un montón y he entrado en la carrera que tenía como primera opción y no me puedo sentir más orgullosa por ello.


domingo, 1 de mayo de 2016

Mi heroína

¿Por dónde empiezo?

Ella es mi madre. La persona que ha aguantado mis lloros, mis enfados, mis morriñas, mis caprichos y mis crisis de quinceañera (aunque tenga más ahora que entonces).

Es la que me ha sabido guiar en la vida convirtiéndome en la joven que soy ahora y de la que tan orgullosa estoy de ser. Es la que cuando estoy enferma cuida de mí y la que me da la mano en los análisis de sangre, cuando mi cara roza el color del yeso de lo blanca que está.

La que aplaude mis victorias y me da un abrazo en los momentos malos.

Ella.

La que empezó a darme charlas cuando yo apenas tenía 14 años. Ama, sé que parecía que pasaba de lo que decías, pero no es así. Cada consejo que me has dado, cada charla de más de tres cuartos de hora que he escuchado se ha quedado dentro de mi cabeza por muy aburrida que pareciera estar en ese momento.

Tu día no es solo el 1, son los 365 que nos aguantas al aita y a mí.

Que aunque nos pongas mala cara cuando ponemos el lavavajillas o le damos un portazo al microondas, sé que nos quieres con locura. Como nosotros a ti, porque eres el pilar de nuestra pequeña familia de tres (la familia telerín nos llamaban).

Por echarme de menos cuando estoy en la residencia, por seguir regañándome por tener mi cuarto de Donosti desordenado y por seguir cuidando que no salga mucho de fiesta, aunque sabes que salgo poco, ¡Feliz día de la madre!