Cómo superar una ruptura

¿Qué haces cuando llegas a un punto en el que no puedes más? ¿En el que no sabes que hacer? ¿En el que crees necesitar tiempo, para ti, para reflexionar, para vivir más cosas?

Supongo que no iba a ser todo rosas.

¿Cómo he llegado a esto? ¿No estábamos bien? ¿Por qué he tenido la necesidad de terminarlo? ¿Quiero estar sola? ¿Ha sido la distancia? ¿La gente de la residencia?

Pedí tiempo para aclararme y, habiendo pasado  ya una semana desde que lo dejamos sigo rara. Ya no voy a decir confusa. Tomé una decisión y aunque he tenido días en los que creía que había hecho mal, me obligaba a pensar en las razones que me habían hecho decir las cosas que dije y terminar con lo que teníamos. Sé que lo que hice no fue lo incorrecto.

Pero siempre están las dudas esas que te dicen que no vas a encontrar a nadie que te quiera después de él, que vas a acabar sola, que no vas a encontrar a nadie que te entienda.

Supongo que es normal ¿no? En prácticamente dos años acabas compartiendo más que besos y risas, acabas compartiendo parte de tu vida.

Ahora solo queda centrarme en mí, en intentar seguir adelante. Porque eso es lo que se hace, seguir.


Feliz San Valentín...